Monday, December 5, 2016

POESÍA
 

 

ISTANBUL

 
 

        Tu ojo turco me taladra

y me viste de joyas de la nuca a las caderas

para desalojarme de ruidos

         y dejarme intacta,

libre,

          salvaje,

como una jungla estrepitosa.

 

 

         Un abrazo de iris malvas

rebosa en este incendio.

         Sobre las tumbas de los amantes,

tocadas,

vestidas de estrellas,

lloran las hojas hechizadas

            su desaire magnífico.

 

 

          La memoria arrebatada,

anatomía

           de una espalda

limando uñas con muros de distancia,

caída en un terraplén giróvago,

          envuelta suavemente

en tus sábanas de especias.

 

 

          Había un surco batiente,

espuma blanca,

           dos cintas anudadas

en el barco que zarpaba.

Vaho estrecho de miradas en cruz.

           Nadie las vio sino yo.

Todo era ínfimo y sutil... electrizante. 

 

 

Teresa Iturriaga Osa