Sunday, December 17, 2017

 
BENDITOS DETALLES
Teresa Iturriaga Osa

 


A veces, bastan unos minutos,
unos instantes áureos, plenos.
Eso es todo.
 
Te digo que hasta las garzas blancas de mi playa
me saludan al partir,
las muy impertinentes, enjabonadas de libertad.
"Adiós, nos veremos otra vez, el tiempo ha sucedido", me dicen.
Pero tú no asomas tu voz por mis arenas
ni siquiera por una antigua cortesía,
desde que el viento se puso a soplar sus trompetas
bajo los vértices del cielo.
 
Y yo te escribo como tantas y tantas veces,
pero hoy no tengo con qué rellenar
este hueco de edredón
que me deja tu silencio.
Hablará por mí el poema apretado a la garganta,
seguramente, nada nuevo,
y menos, mío...
... déjà vu, mon chéri.
 
Y al anochecer, me vestiré de rojo, negro y gris,
y me iré a la calle
con el pecho ilustrado de palabras:
"La verdad no es un cuento, es lo que es".
Porque ninguna impostora domina como yo
la bendición del detalle,
el punto de la cocina,
los hilvanes de la memoria mimosa del agua.

Eso nos distingue a las magas
de las ninfas parcheadas
entre los cascabeles de la Navidad.

Tuesday, November 28, 2017


POESÍA

Cambio de música

Teresa Iturriaga Osa






Aleja de ti los dientes del miedo 
que te trituran sin cesar.


Hasta que no sueltes la última gota de sangre 
en los juegos del azarbe 
con todo su ejército de virus;
mientras vivas el rencor de otras poesías, 
plagas sobre tu piel de ave
-ese yunque negro aplastándote la espalda-,
yo no entraré en tu reino de caricias.


Porque el fango enturbiará lo poco 
o lo mucho que me importas.


Avísame cuando hagas sitio,
no me mezcles con las notas de tus viejas melodías
o no entenderás los cambios de mi música.
Abre la cancela desde el teclado de las sombras.
Déjalas ir.
Pronto se aburrirán de verte alegre
y escurrirás charcos de agua por tu nueva vida.


Hazme caso.
Déjalas ir.



Wednesday, November 22, 2017


25 DE NOVIEMBRE
CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO




Rex contra la barbarie

         En casa aprendimos a vivir sin miedo con Rex. Fue nuestro perro más valiente y leal. María lo recogió de la perrera porque nadie quería adoptarlo por su carácter. Fue un amor a primera vista y no dudaron en seguirse. Cierto, dos almas fuertes. Recuerdo las noches en que salíamos solas hasta la madrugada y ninguna sombra se atrevía a molestarnos. Olía al intruso y le enseñaba los dientes con descaro si traspasaba los límites. En el mar no nos dejaba avanzar hacia las olas y nos devolvía con mimo a la costa. Ese perro había sido entrenado para salvamento. Nunca lo olvidaremos porque habría dado la vida por su familia. Doy fe. Y les cuento todo esto precisamente esta semana, al acercarse el 25 de Noviembre -día contra la violencia de género-, porque creo que se necesitan muchos Rex en las vidas de las mujeres maltratadas. Es tan grave lo que está sucediendo en nuestra sociedad de Derecho que se impone la vigilancia policial y una urgente protección de las víctimas. Pero, sobre todo, debemos exigir a la justicia que actúe con firmeza sobre aquellos que hoy sostienen su inocencia con manipulación y complicidad. Es tiempo de ley. De pruebas. De testimonios. De Investigación. Pero que nadie se confunda. No. Una mujer herida nunca puede gozar bajo las herraduras de los asnos ni bajo el sudor de una manada de bárbaros.
Teresa Iturriaga Osa





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Monday, November 13, 2017


POESÍA
 
Teresa Iturriaga Osa
 
 
MAÑANA DE ACHICORIA AZUL
 
 
 
 
Isla de Elba, Italia, 26/10/2017

 
Ellas se erigen y se abren, puntuales
a su cita como espigas de sol azul.
Rememoran la alegría de la luz,
vestales del jardín de las delicias.
Ese brillo de las achicorias salvajes
se desliza por entre mis ojos niños,
edificio de belleza, transparencia del índigo.
Respiro el abismo proceloso de las ondas.
Un lago de mil manos abiertas
hacia el astro que nos nace ahora.
Veroles, fucsias, salvia y romero.
Zumbido de seres latentes.
La humedad difumina la roca.

¿Quién golpea las hojas de la higuera?
¿Quién eres tú, gaviota que caminas sobre las aguas?
¿Por qué me acaricias las uñas?

Presiento las luces del día
en el aroma del café
mientras ladran a lo lejos.

Ahora una mariposa se peina en mi estanque
con su fulgor verde de hinojos.
Cuánto amor en su vuelo de azúcar.
Hay señales por todas partes.
Escribe su magia de colores
en una ciudad sin lluvia,
el cenit casi táctil de la seda.

Una boca abierta grita su alegría
en silencio.
Y yo, sentada en este auditorio
de piedra en forma de piano,
preparo a fuego lento
mi mejor claro de luna.


 

Saturday, October 7, 2017


 
SIRENA DE BARLOVENTO
 



            Una tarde de octubre empezamos a hablar en un banco, allí me contó su lucha para dar de comer a sus hijos. Toda ella era como una nave con las velas tendidas al viento, un libro de verdades, un puño contra la pereza. Y escucharla fue calmando mis quejas hasta hacerlas insignificantes. Una a una, sus palabras me advertían del peligro de lo efímero; la riqueza y la pobreza estallaban a su lado como pompas de jabón. Cierto, un círculo académico hablaba en las manos de una anciana. Parecía un personaje de un cuento de hadas porque irradiaba un porte de sirena. Ni una arruga delataba su edad, ella se contaba los años por escamas. Desde entonces, la veo pasar cada mañana por delante de mi casa, vestida con su melena lisa y dorada, subida a unas aletas azules de medio tacón que sonríen al que madruga con las luces del alba.

 
Teresa Iturriaga Osa

Tuesday, September 26, 2017

 
La Fortaleza diamante


Teresa Iturriaga Osa
 
 

 

Bebes tu solera negra
en una copa con piedras
de paz azul, nueva parábola
del vino en odres.
Te rugen las tripas quemadas
al crepitar las almas
en tu charco jareal.

Y al sacudirte las olas,
los baluartes bajan peldaños hasta el mar.
Levantas la ciudad por sus brazos,
bailas ágil la memoria,
surcas un arrecife de horas.
Los días invaden tu arrabal,
te crían perlas las noches.

Una larga historia de agravios,
bombardeos y saqueos
deshace nudos con versos,
besa tu frente y camina. Camina.
La geria avanza por la retaguardia
mientras preside la mesa de magma
donde se sienta a hablar con la luz.

Hubo una vez un poema
que cambió el tiempo en llanura
y la llanura en placer.
Siempre ante el ruido de cañones.
Sus mil rostros siguen llorando la guerra.
Cuando el odio esparce su vértigo,
lo vomita por la espiral.

De roca a roca,
con mensajes clandestinos,
un grito salta a la atmósfera
y ya nos llueve sobre el hombro.
Ahoga al sol en su sequía
solo para enseñarnos
cuanto clamor hay que nadar...

 
Lanzarote, Castillo de San Gabriel, 24/9/2017.



 
 
 

Saturday, September 16, 2017


A gatas

          De la profunda oscuridad,
gravedad donde escuecen
las lágrimas,
se aprende la medida del silencio,
imagen tan extensa
como una llanura sin hierba,
derrubio de la muerte blanca,
basal presencia
que llega a gatas al corazón
y allí se sienta.

         Una duna de castillos cae a mares
con la espuma fina del tiempo.
Se conoce de memoria el nombre
de cada duende submarino.
La tarde no para quieta,
cambia de posición la arena seca,
aplasta la mojada, llama al pescador
y oye ruidos de remos.
Una barca silba el agua...
avanza sin arrugas de rodillas.

         Afuera, una atmósfera al contraluz
roza la córnea, viene
y bombea ese extraño color azul.
Uno tras otro, el asombro va enlazando
el talle de las buenas gentes
que se bajaron los escarpes hasta el pozo,
perforando fisuras con sus voces,
linternas, farolillos,
una verbena entera con su música...
la vista llena de ilusión.





Teresa Iturriaga Osa
 
 
DeLirium, La vocal de Lis, 2017.
 

 
 


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Monday, September 11, 2017


 

Presentación del libro “DeLirium”

de Teresa Iturriaga Osa

 

Biblioteca municipal de Teguise (Lanzarote)
 
El acto tuvo lugar a las 20.00 h
del viernes día 22 de septiembre de 2017
 
La autora conversó con el escritor Manuel Concepción
 
Editorial La Vocal de Lis, Barcelona, 2017.
 
 



"Una escritura sin fronteras"


DeLirium viene a confirmar lo que ya sabíamos: Teresa Iturriaga Osa es una escritora que, sin abandonar nunca su inquietante mirada poética, posee también el don de la narración. Los que conocemos su poesía, que casi tiene cuerpo físico, y sus relatos, siempre sorprendentes, leemos este libro con la seguridad de que no vamos a encontrar una sola rendija por la que pueda entrar la decepción.
(Del prólogo de Emilio González Déniz, para DeLirium)


 
 

Teresa Iturriaga Osa es Doctora en Traducción e Interpretación por la ULPGC (Gran Canaria). Trabaja en periodismo cultural, sociología, radio, poesía, ensayo, relato, traducción. Ha colaborado en proyectos de investigación europeos y ha dirigido encuentros interculturales con voces de mujer. En su bibliografía: Mi Playa de las CanterasJuego astralYedra en vuelo, Revuelto de isleñasDesvelosSobre el andénGata en tránsitoCampos ElíseosEn la ciudad sin puertas DeLirium. Participación en varias antologías: Orillas AjenasHilvanesFriccionesQue suenen las olasEcos IIDoble o nadaEspirales PoéticasMadrid en los Poetas CanariosParísMujeres en la Historia I-II-III y Casa de fieras.
 
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Teresa Iturriaga con el escritor Manuel Concepción

Monday, August 28, 2017


Caídas






No hay dos sin tres.
Y tres veces me caí.

Pero me levanté
riéndome
de mí misma.

Dos días de rasguños
y alguna sombra púrpura
del golpe.

Nada más.
Y vuelta a empezar.
 
 


Teresa Iturriaga Osa

Tuesday, August 22, 2017



POESÍA

Teresa Iturriaga Osa



"Cuando ya no sea enero"


            Con el tiempo, las hojas de enero

se apelmazan

hasta cubrir de costras los brazos

alertados por un pedestal de avispas,

                    todas ellas en ruinas.

         En filas de a dos avanzan las picaduras

mientras una letanía

                           sin nombre ni esencia,

un mordisco de vida al licor,

una mujer entre fragancias

                   va calando testigos.

 
            Me queda muy bien ese vuelco,

las trenzas venidas a menos,

el cabello adornado de parras,

             no te digo que no.

Pero lo tengo tendido al fresco, servido

            con moras para el mes de abril.

            Cuando los lunes vayan haciéndose largos

y lleguen las tardes claras y ciertas

ante el estupor de la sangre, cartas

con piernas al ritmo del pecho,

                      sol, desparpajo de aguas.

 
           Y serán días alborotados de palmas,

de calores marinos, singladura de velas

a merced del viento que mejor las ocupe.

             Porque no volveré a ser la misma.

              Ya no me preguntarás de dónde proceden.

Te subirás a la proa por tus propias leyes,

los ojos sobre una línea, la espalda en arabesco,

sucesión de sonrisas,

cuello proclive a estrechar el llanto.

               Y tu novia será el infinito.



 

Monday, August 14, 2017


PUNTO DE FUGA




           No desperdicies

ninguna fuente. Pero no seas

                      un revoltijo de aguas.

            Tal vez el silencio más abyecto

pueda resolver el quid

                        del desengaño.


        Usa pinceles.

Cada plan de nube con su aguacero.

           Todo junto en un bolsillo de camisa.

Una sigla de tu nombre a cada color.

                             Enfoque de linternas

y volver sobre los pasos.


            Has de explicarte bien las cosas,

con esa claridad interna

                      que no asusta.

            Para definir bien los contornos,

tan líquidos ahora como

                         una noche de Perseidas.


Teresa Iturriaga Osa

13/8/2017


                  

Sunday, August 6, 2017


Foro de consuelo


 

Baja la escalera despacio,
gota a gota, la hija de la gruta,
una silueta de invisible jazmín
mira su sombra en mi esmalte azul.

[Me desnuda coqueta, sinuosa, estéril,
ninfa caprichosa, princesa de las moscas,
reluce una diadema de oro,
el escote cierra las manos,
parpadea a destiempo.]

Y la onda sobre el lago continúa.
Avanza con sigilo y herradura en un matiz,
luego se desvanece, grita sin heridas,
se estira como un puma...

Camina el silencio.

Su nombre de noche atraviesa el océano,
contonea sus caderas maternales,
danza hacia las cuatro direcciones
donde se fueron de viaje mis lirios.

[Un enjambre de avispas bien uniformadas
sacude mis ramas al viento,
me delata el semblante ante un sanedrín
que juzga y trilla senderos a mi lado,
vociferan los guardias.]

La mujer leprosa irrumpe en el barro,
dobla sus pliegues de roja miseria rodilla a rodilla,
cae entre las piedras del Foro, protege su rostro,
come un pan tierno que consuela a mis palomas.

Y vuelve a caminar el silencio.
 
 
Teresa Iturriaga Osa
 


 

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