Peregrinación al
Abismo
Tras el impacto del beso,
vibran todas las cuerdas del
tiempo,
ecos de irrintziak,
remotas paganías del ser.
Recoges la cinta de la
fuente
en sentido contrario
a las agujas del reloj
y te hago recorrer el
círculo.
Allí reflejado permaneces ahora
reservado al ritual de las imágenes
en medio de las gentes
devotas del milagro.
Te prolongo la vida,
una lluvia de perlas,
toda la savia del roble
después del primer rezo.
Inútil explicarte mi advocación,
fruslerías de un nivel de madrugada
sumergido en las aguas
de la Virgen de los
Abismos.
Teresa Iturriaga Osa