Experiencia de Alana Wilson en el taller-residencia
impartido por Alfonso Crujera en Gran Canaria
El tiempo de aprendizaje y experimentación con el grabado electrolítico junto a Alfonso Crujera fue extraordinario; una maravillosa experiencia inmersiva en un bellísimo lugar natural con el apoyo de un ambiente familiar.
Inicialmente, me intrigaron los
métodos no tóxicos de grabado electrolítico, así como el aprendizaje de los
nuevos procesos relacionados con la electrólisis, que difieren bastante de los clásicos
utilizados en el grabado con ácido. Las dos primeras semanas en el taller estuvimos
trabajando con técnicas como la línea sobre barniz duro y la mordida abierta
para conseguir áreas tonales, procesos con barniz blando, el grabado
electrolítico semiseco (algo muy reseñable, ya que se obtiene el máximo provecho gráfico tanto en el cátodo como en el ánodo), la galvanización y el grabado
electrolítico pasivo. La tercera y última semana me dediqué de lleno a trabajar
las planchas e imprimirlas. Alfonso posee un gran conocimiento y maestría en dichos
procesos y, sobre todo, está abierto a compartir con los demás su
investigación, a menudo, recomendando métodos y recursos que fomentan la
experimentación.
La
técnica que más atraía mi curiosidad era el grabado semiseco que utilizaba el
polo negativo para galvanizar. Aprendí que este proceso es siempre
impredecible, al permitir que la superficie de la placa adquiera texturas en
función de los materiales que se empleen sobre ella. Fascinante. Entonces, de
cara al futuro, nos pusimos a pensar cómo llevar a cabo cada fase en mi propio
estudio y su viabilidad me generó un gran sentimiento de confianza para seguir
dando pasos en mi investigación creativa con algunos de estos métodos.
Cabe
destacar también cómo Alfonso vela por la salud y la seguridad del grabador y del
medioambiente durante todo el trabajo en su taller; y tanto los materiales como
los procesos que comparte en sus prácticas son muy seguros.
La
obra de Alfonso Crujera incluye una amplia trayectoria artística que no se
reduce al grabado, sino que abarca muchas disciplinas como el dibujo, la
pintura y la escultura. De hecho, durante mi estancia, realizó muchos dibujos
que fueron envolviendo mi trabajo en un ambiente inspirador. Crujera es una
persona dispuesta a compartir sus creaciones y discutir sus métodos, así como a
exponer su filosofía relacionada con la práctica artística en general. Me
explicó su creencia en la vida como valor primordial, mucho más importante que
el arte. Y esa afirmación se hizo realidad durante mi estancia, desde la
discusión sobre la filosofía e historia cultural hasta el intercambio de recetas
de cocina, además de conocer a su familia –su mujer Amparo, sus hijos y nietos–,
hablar sobre libros, nutrición y bienestar mental, nadar en la piscina local y
explorar la isla de Gran Canaria.
Personalmente,
confieso haber disfrutado de una experiencia profundamente enriquecedora de
aprendizaje y se la recomiendo a cualquier artista que desee ahondar en sus
técnicas de grabado en la residencia. *
Alana Wilson
* Traducción Teresa Iturriaga Osa
Fuente:
http://es.crujera.com/
Julio 2023