El
poder femenino de las esencias florales
de
Pino González
Entrevista
realizada por Teresa Iturriaga Osa
“Son
esencias que no te dan mucha removida y pasas a ese estado de
conciencia de una manera fácil, sin apenas darte cuenta. De hecho,
yo he notado, sobre todo, en las mujeres, que las esencias las
vuelven más hermosas, más bellas. Sale una luz interna, sale una
chispa en la mirada... Realmente, la mujer se va transformando en la
diosa que es.”
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Buenos días, Pino, me gustaría que nos presentaras tus esencias:
las “Esencias Florales de la Atlántida” y las “Esencias
Florales de las Diosas Mitológicas”. ¿Cómo las elaboraste?
Háblanos de sus propiedades y de tu investigación sobre las plantas
de Gran Canaria.
- Mi investigación con las flores de la Atlántida empezó ya hace unos diez o doce años, pero yo no me levanté una mañana y dije: “Bueno, voy a crear un sistema floral para que haya uno más en el mercado...”. Esto fue como utilizar una sensibilidad que yo tengo en las manos y, cuando yo toco algo, siento la energía.
-
¿Como ocurre en la radiestesia?
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Algo así, sé que hay un nombre para esto, no recuerdo ahora cómo
se denomina, pero, en definitiva, es la sensación de captar todo con
las manos. Entonces, bueno, yo me fui al campo, al Roque Nublo, y
empecé a sentir las flores. Digo: “¿A ver qué siento con estas
flores?, ¿a ver qué me transmiten?”; y yo me sorprendí, porque,
además, me vino información. Fue como una voz interna que me iba
diciendo las propiedades, y tal como te lo estoy diciendo a ti, me
decía: “Cuando hagas la esencia, va a curar tal aspecto, va a
sanar tal situación emocional, o te va a cambiar ese patrón que no
te sirve, etc.”. Cuando yo oí una cosa así, me dije: “¿De
dónde viene esto?”; porque no sólo era la sensación física,
como siempre me pasaba, sino la información con la voz interna. Ahí
yo sentí que estaba conectando con algo que no salía de mi
imaginación, y empecé a escribir todo eso cuando yo salía de ese
trance en el que me iba hacia dentro, como en una meditación. En
realidad, estas flores no estaban investigadas a nivel de esencias
florales – y aún no se conocen ni se valoran sus propiedades de
sanación- y, tras unos años de experimentación, yo he podido
comprobar su fuerza y su poder para trasmutar aspectos y situaciones
que no se lograban resolver por otros medios. Mis propios pacientes
me animaron a sacarlas a la luz después de haber experimentado sus
beneficiosos efectos, para que más personas puedan disfrutar de sus
propiedades curativas. Creo que lo más importante es descubrir el
amor que todos tenemos dentro y las esencias florales son uno de los
caminos para llegar a ello.
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¿Y qué tipos de plantas recolectaste en el Roque Nublo?
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Mira, la más conocida es el tomillo, pero no actúa igual que una
infusión o cuando pones el tomillo en la comida, porque como esencia
floral tiene otras propiedades, otras virtudes, ya que trabaja más a
nivel emocional. A veces, la gente se confunde con eso y dice:
“bueno, el tomillo sirve para esto...”; pero no tiene nada que
ver con las propiedades de las esencias.
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Cuando tú las elaboraste, ¿las experimentaste primero en ti misma?
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Pues... lo primero fue en mí, claro. Tenía que saber si funcionaban
realmente y comprobar si lo que yo estaba recibiendo era verdad,
porque yo soy también como muy pragmática y tengo que experimentar
las cosas, ¿no? Entonces, es un poco trabajar con esa información
que viene de arriba y transmitirla, materializarla y, además,
probarla. En mí están esas dos facetas: la realista y la espiritual
o canalizadora. También hay otras plantas conocidas como la
morgallana, que cura y limpia las viejas heridas físicas o
emocionales difíciles de superar y, luego, cicatrizan. Está también
el guaydil, la cañaheja, la zarzamora, la gualda, el trébol
estrellado, la retama amarilla, el tajinaste, el alhelí, etc. En
fin, hay mucha gente que no las conoce, pero sus efectos de esencia
floral son bastante poderosas. Sin embargo, yo no hice todas las que
se me cruzaban en el camino, sino las que yo iba testando y me salían
que eran positivas, poderosas, sanadoras.
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¿Tú utilizabas el péndulo para saberlo?
-
Sí, para confirmar que era una buena esencia, porque tú puedes
hacer cuatrocientas esencias florales y resulta que buenas, buenas,
son 15 ó 20. A mí no me interesaba cargarme de esencias que no
fuesen potentes.
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Y háblanos ahora de las Esencias Florales de las Diosas Mitológicas,
¿Qué diferencia tienen con las de la Atlántida?, ¿inciden más en
la mujer?
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En la parte de femenina, pero del hombre también. Todas tenemos una
diosa interna y se trata de conectar con esa diosa que hay en cada
mujer y poder transmitirla y utilizarla con todos sus poderes y con
todos sus dones. Entonces, cada mujer está activada por una diosa,
pero a veces hay que activar otros aspectos de otras diosas
mitológicas que no han muerto, que están ahí en otro plano.
Simplemente, yo pienso que es el momento en que ellas retornan con
toda su fuerza y todo su poder para ayudar en este momento de
tránsito. Ha llegado el tiempo en que la mujer tiene que conectar
con su poder interno y el hombre también con sus masculinidad, con
su fuerza interna.
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Y, cuando hablamos de diosas mitológicas, ¿te refieres a las diosas
de la mitología griega y romana o incluyes diosas de otras
mitologías?
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Sí, hay dos que son griegas, Artemisa y Afrodita, que son las más
conocidas, pero también hay otras como, por ejemplo, Hatsheput.
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¿De qué cultura proviene Hatsheput?
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Ésta sería egipcia. En total, hice dos griegas y ocho egipcias,
porque ésas son las menos conocidas, pero tienen mucha fuerza. De
hecho, cuando yo estuve en Egipto, antes de hacer las esencias, me
llevaron un poco a escondidas al templo de Sekhmet, porque no todo el
mundo no tiene acceso a ese lugar. No se puede ir allí. De alguna
manera, ya me estaban abriendo el camino o me estaban dando señales
de que mi recorrido era ir por allí, a hacer unas esencias de este
tipo.
-
Por ejemplo, veo en este pequeño dossier que mencionas a la diosa
Bast, luchadora y guerrera... entonces, te pregunto si esta esencia
es apropiada para una mujer que quizá no se atreve a desarrollar su
poder de decisión, su capacidad de fijar límites por sí misma, de
decir “no”, de escoger entre “esto quiero” y “esto no
quiero”...
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Claro, porque es la diosa que se manifiesta como un felino. Es una
felina. Entonces, va muy bien para cuando hay mucha agresividad o ira
que no ha salido en una mujer porque tiene miedo de ese poder y, en
consecuencia, lo reprime y no saca ni la agresividad positiva. Así
se libera toda la energía que puede estar estancada ahí para que
circule libremente y, si tiene que decir algo, lo diga sin ningún
reparo, ponga a todo el mundo en su sitio y diga lo que nunca ha
podido decir. Son poderosas, pero nunca te sacan una parte
destructiva con la que puedas dañar, sino que te ponen en tu sitio
con todo tu poder.
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También me llama mucho la atención la esencia de la diosa Mut, que
es aconsejable para situaciones límite, como tú dices, “cuando
alguien está a punto de tirar la toalla y no puede más”. ¿No
crees que la deberíamos tomar todos de vez en cuando?
-
Sí. En momentos así, cuando uno no puede más, porque la vida le ha
puesto en una situación muy difícil de sobrellevar. A veces es el
destino de cada uno y es muy duro no saber cómo afrontarlo, ¿no?
Cuando tomas esta esencia es como que te enfrentas a una muerte
simbólica, o sea, dejas morir esa parte tuya que no es capaz de
trascender los obstáculos y, entonces, renace una fuerza, un poder
que creías que no tenías. Es como renacer de nuevo.
-
Esto me recuerda el mito del viejo fénix. Su cadáver fue quemado
solemnemente en Egipto y, después, el joven fénix reemprendió el
vuelo hacia Etiopía, donde vivió alimentándose de “gotas de
incienso” hasta el final de su existencia.
-
Sí, porque desde ahí enfrentas la vida de otra manera, como un ser
que renace, con otra actitud más positiva y valiente, con otra
sensación de destino, de propósito. Por más que te cueste, por más
que te canse, sabes que es eso lo que tienes que hacer. Dejas atrás
posturas derrotistas, victimistas. Además, son esencias que no te
dan mucha removida y pasas a ese estado de conciencia de una manera
fácil, sin apenas darte cuenta. De hecho, yo he notado, sobre todo,
en las mujeres, que las esencias las vuelven más hermosas, más
bellas. Sale una luz interna, sale una chispa en la mirada...
Realmente, la mujer se va transformando en la diosa que es. Todas me
dicen lo mismo: “La gente me ve muy distinta, que si me he cortado
el pelo... que si me he hecho algo...”; simplemente son sus
atributos internos que están aflorando. Es una luz que libera.
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Tú conoces bien Méjico y los países sudamericanos, por eso me
gustaría preguntarte cómo te parece que acepta la mujer en Canarias
su femineidad en este contexto social. Tú hablas en este texto de
los patrones dominantes del patriarcado y, se supone que aquí, por
su situación geográfica, la mujer debería manejar muy bien la
seducción y el erotismo, bien por el clima o incluso por su cercanía
con otras culturas que desarrollan más ese aspecto. Sin embargo, en
Canarias, con el tiempo han prevalecido los patrones morales más
rígidos del sistema occidental. ¿Cómo lo ves tú?
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Hay todavía mucha sumisión y, a veces, ahí intento dar un toque de
despertar a las personas que se van cruzando en mi camino, porque
también ése es un poco mi camino, ya que yo estoy activada por
Artemisa. A esta diosa le importan mucho las mujeres y hace cosas
para ellas, principalmente. Pero eso no quiere decir que los hombres
no se beneficien de ello, los hombres se vuelven locos con las
esencias de las diosas.
-
¿Ellos también las pueden tomar?
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Sí, sí, sí, perfectamente. Lo que pasa es que a mí, cuando me
vino la información, principalmente se refería a la energía
femenina. A veces, los hombres, cuando leen este dossier, se ponen un
poco celosos, pero es que el 80% de las personas que acuden a hacer
un trabajo de crecimiento personal son mujeres y los hombres están
un poco ahí... que todavía no se animan. Entonces, a través de la
mujer, de sus hermanas, de sus parejas, quizás el hombre empieza a
dar los pasos y eso es más fácil para ellos que acudir a un
terapeuta o a una sanadora por sí mismos. Y volviendo a lo de antes,
yo sí que veo aún bastante sumisión en la mujer. Y en Méjico
también. En Méjico, es mucho mayor que aquí. De hecho, cuando
llevo estas esencias allí, es una revolución en las mujeres.
-
Claro, allí el machismo es un valor de la cultura.
-
Sí, mucho más que aquí.
-
En todos esos países, Méjico, Colombia, Ecuador... hay un antes y
un después del matrimonio. Cuando se entra en ese estatus, ya se
pierde la condición de mujer. Tus armas de seducción, el erotismo,
el juego, todo lo que significa el poder de la vida, te lo castra el
sistema social. Y no hablemos ya del poder religioso en todo esto.
Una espiritualidad sin imaginación, sin fantasías, controlada. ¿No
es así?
-
Sí, por eso, dondequiera que llegan estas flores son muy
revolucionarias. Entonces, para mí es importantísimo trabajar este
aspecto de la sensualidad con las esencias de las diosas. Es un
despertar, porque no se trata de que nosotras no podamos, es que
hemos recibido una educación con unos patrones y formas de
pensamiento en los que nos hemos creído que eso es así. Y no.
Tenemos que conquistar esa parte de amante perdida o castrada, porque
en su momento se separó a la Virgen de la prostituta.
-
Claro, nuestra cultura siempre ha desarrollado esa imagen de dualidad
irreconciliable en la que una mujer tiene que decidir entre ser una
mujer-monstruo o un ángel del hogar.
-
Sí, por eso, cuando entra la diosa en ti, sale una seducción y
resplandece la belleza en tu cuerpo, en tu piel, en todo, porque
conectas con esa parte perdida. Y cuando la mujer se vuelve
seductora, y eso no quiere decir que vayas por ahí seduciendo, es
simplemente tu imagen, que ya es la de una mujer madura, entera y con
todo su potencial femenino.
-
Eso puede sonar peligroso...
-
No, no es peligroso, para nada. No. Ésa es la idea que se tiene de
la sensualidad por el miedo que tenemos metido, pero fíjate, cuando
una mujer va por la vida realmente con toda su presencia y toda su
pasión y toda su sensualidad... o sea, el hombre, o lo derrites, o
lo calmas, o lo apaciguas y ahí se acaba su tiranía con la mujer.
La energía femenina es una fuerza tan poderosa que el hombre siempre
le ha tenido miedo, no sabe cómo dominarla y por eso la ha castrado,
porque ante eso no puede hacer nada. Pero, en el fondo, ellos se han
perdido mucho con eso, se han perdido muchísimo, porque no conocen
lo que es una mujer entera, realmente, una mujer cien por cien.
Cuando los hombres entran en contacto con la diosa, es increíble lo
que reciben, lo que les complementa y lo que les hace madurar y
conectar con la divinidad. Se transforman. Se acaba ya su faceta de
“ven aquí que soy el macho”.
-
Hombre... descansarán un poquito también, ¿no? Tiene que ser
agotador ese trabajo...
-
Ellos se han adjudicado un rol que al final les agota, porque, claro,
se están perdiendo parte de su esencia también. Si la evolución
tiene que ser conjunta y no permiten evolucionar a la mujer,
entonces, no evolucionan ellos tampoco, porque evolucionamos como
especie humana. Incluso, el hecho de hacer el amor, no es lo mismo
hacer el amor con una mujer que no ha conectado con esa esencia que
con otra mujer que tiene toda esa pasión despierta. Cuando el hombre
conecta con eso, es impresionante todo lo que saca de sí, todo lo
que vive, todo lo que disfruta, todo lo que cambia su vida. Pero
hasta aquí, ha sido la cultura, la Iglesia castradora.
-
De ahí esa doble moral que hoy se vive. Han tenido que ir a buscar
esa pasión, como tú dices, en la prostituta, pero conciliar esos
dos mundos...
-
Les causa una escisión mental impresionante cuando se casan con la
mujer buenecita, la Virgen, pero no pueden dejar de buscar a la otra.
Esta escisión puede llegar a producirles una enfermedad realmente
grave. La mujer, por su parte, por apaciguar ese tema, por no
despertar problemas o por equis situaciones, ha mantenido esa parte
de sí misma escondida. Pero cuando una mujer no crece, no evoluciona
con todo su potencial, empieza a tener cáncer, problemas serios,
enfermedades terminales...
-
Y sobre todo, tristeza, ¿verdad?
-
Exactamente. Cuando en una relación, un hombre o una mujer no crece,
muere.
-
Van muriendo lentamente.
-
Claro. Si no te decides a separarte de una relación, o a crecer y
sacar todo el potencial sin miedo, pues, entonces, es que mueres. O
sea, cuando algo no crece, muere. Y por eso creo que hoy hay tantas
enfermedades, porque tenemos que crecer y evolucionar. En estos
momentos, hay energías muy poderosas que están ayudando a esta
evolución. Si nosotros no hacemos caso de ellas y cerramos las
puertas y no queremos dar los pasos, pues... una forma de morir
civilizada y aceptada es una forma de enfermedad. Eso está más
aceptado socialmente que quitarte la vida, pero...
-
Es un suicidio.
-
¡Es un suicidio! Hay muchas enfermedades que son psicosomáticas, yo
diría que casi todas. Ahora yo creo que es la hora del despertar de
la mujer y del hombre, y es el retorno de las diosas. Esto no lo
inventé yo, realmente, es algo que me salió en un sueño muy lúcido
hace cuatro años, en el que se me iba diciendo cuál era mi misión.
Después de diez años de estar con las Esencias Florales de la
Atlántida, fue como un segundo parto, una segunda creación, donde
se me mostró a través de la meditación y la canalización todo el
material y el camino para elaborar estas Esencias de las Diosas
Mitológicas. Pero aún no era el momento, me tenía que preparar
para el presente que hoy vivimos, un mejor momento para su retorno,
en que la sociedad está más abierta para aceptar este resurgimiento
de la mujer y el patriarcado no está tan fuerte como en otras
épocas. Ahora la mujer está levantando el vuelo. Ahora es el
momento.
-
Bien. Pues como dices que no tienen ningún efecto nocivo y que
ayudan a evolucionar, me parece que las voy a probar pronto...
Además, siempre que quiera puedo conseguirlas en la Librería Tao (C/ Doctor Juan de Padilla, 19 / tf. 928362464). Un beso, Pino, y muchísimas
gracias por ayudar a volar a todas las aves del mundo. De verdad.
(Pino González nació en Telde y es terapeuta floral desde 1990. Estudió naturopatía en Heilpraktiker y se especializó en Chile. Tiene una amplia experiencia sanitaria en homeopatía, cromoterapia, terapia regresiva, cuidados paliativos de enfermos terminales y en trastornos psicológicos. Colabora en las revistas “Vital” y “Cuerpo y mente”, así como en varios programas de radio, imparte talleres por todo el país y su actividad profesional se reparte entre Gran Canaria y Barcelona. Para contactar en su página web: www.esencias.com.es / e-mail: esenci@latinmail.com)
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