Friday, August 2, 2019



65° Festival Puccini





Un abanico de hojas verdes muestra su envés a las nubes.
Ellas saludan al pino, solemne entre un viejo olmo y un ciprés, tenor, bajo y barítono de una ópera callada a la sombra de los tilos. La acacia modula il vibrato de la luz, mezzosoprano en esta plaza pisana tan amable con los pájaros. Canta su gran aria un coro de cigarras, irrumpe el calor en el teatro del silencio... Se gesta una protesta contra el desorden.
Un nuevo reino viene a ocupar la tarde al tiempo que huyen los súbditos del Príncipe de las moscas.

La sinfonía cae sobre el lienzo. Impresionismo francés en vestido vegetal. Hiedras trepadoras crecen al ritmo de Tosca, Madame Butterfly, La Bohème. Los rostros de los girasoles se alinean en danza con las voces. Fibonacci dibuja desde un nautilus los neumas de una antífona, libre de caos y distracción. Vuela la mariposa, su aleteo reconcilia las aristas entre galaxias sucesivas, giran en espiral sin disimular su enfado de palomas.
De sobra saben el valor de unas migas con moho en un hogar inmune al ocaso.

La noche áurea sopla las velas del misterio.
Su nombre se hace instante. Shantidas sotto le stelle.
Y me susurra al oído:
mantente erguida y sonríe.
Paix, Force et Joie.

                                                                    (en Pisa, Toscana)

Teresa Iturriaga Osa






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