“Si te quiero es porque sos,/ mi amor mi cómplice y todo/ y en la calle codo a codo/ somos mucho más que dos” (Mario Benedetti).
Somos tan sólo dos cómplices
sin más crimen que el de amarnos;
que disparan con versos de amor
y dan palizas con labios encendidos.
Somos dos antropófagos salvajes
Que no hacen más que devorarse
entre besos desnudos,
que desatan nuestros latidos.
Nuestros latidos más íntimos,
Nacidos de tu piel y de mi piel,
Como el niño salvaje que acabó
Adorando al sol.
L’Emile de Rousseau es nuestro instinto.
Pedazo de ebriedad de los sentidos
Que no entiende de códigos sociales ni
De convenciones que reprimen nuestro Amor.
Somos dos niños desnudos,
Jugando a la orilla del mar.
Por cada piedra, un beso
Y por cada cueva descubierta, una forma distinta de amar.
Amar, verbo manido, mal empleado,
Manoseado y vituperado en versos de segunda,
Amaneces renovado, como la Aurora, de rosados brazos,
Cuando él y yo te convocamos.
Fotografía: Helmuth Newton.
"They run as fast as they can. A gasp at the cost of effort. Other fall and no longer stand. Some, more resistant, sing a song to give encouragement. She says, do not let your head like one that has been vanquished. She says, wake up, come on, the struggle is long, the fight is difficult. Then they shout with all their strength to show their enthusiasm. "(Monique Wittig, The Guerrillas).
Saturday, April 2, 2011
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