POESÍA
VINO DE CRIANZA
Esta noche nos hemos comido enteros.
Lo sé porque aún paladeo tu carne
al servirme el desayuno.
Toco cada arruga de tus ojos,
la solera de esos pliegues
que te adornan una a una las heridas.
Te recuerdo entonces,
cuando me enseñabas a besar.
Yo, tu flor chiquita...
que de tanto estirarme a quererte,
me hice alta como la aurora
para volverme bruma.
Mi boca, ya durazno en almíbar,
hoy se crece de ternura con tu pecho marinero.
Silo de orujos y crianza, me anuncia
que nunca más estaré sola,
después de tantos años tragando veneno
entre espumas de saliva.
que de tanto estirarme a quererte,
me hice alta como la aurora
para volverme bruma.
Mi boca, ya durazno en almíbar,
hoy se crece de ternura con tu pecho marinero.
Silo de orujos y crianza, me anuncia
que nunca más estaré sola,
después de tantos años tragando veneno
entre espumas de saliva.
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