Suite imaginaria de mujer
Teresa Iturriaga Osa
Ante el amor siempre hay un silencio requerido por el miedo, y es la pérdida esa pena que a todos nos duele dentro, muy dentro, y no se sabe por dónde asoman las heridas, celosas, tristes, su vuelo de damas.
Ayer noche sentí el roce de un ángel por mi pelo, su estela dibujó los trazos de lo que más se asemejaba a mi alma, y un pájaro cantó en ese instante de duda. Yo le mostré una partitura, era un octeto para instrumentos de viento con mil cambios de tiempo y ritmo que siempre llevo en mi bolsillo. La música sonó en concierto y el recinto se abrió. Doce voces solistas desplegaron con sus manos una alfombra de pétalos de agua. A lo lejos se escuchó el retumbar de las cenizas.
Después del intermedio, una vela encendida se elevó de entre las ramas.
Foto "Verde entre cenizas", pEpA gLeZ.
Parece que escucho la música y veo la belleza del mensaje. Gracias.... Syra
ReplyDeletegracias Teresa por esa pluma maravillosa. un placer
ReplyDeleteEs que la visión del desierto hace reverdecer lo esencial en nosotros, parece imposible, pero es así. Abrazos a las dos, T.
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