Thursday, July 9, 2020


Mujer a la carrera





Si me nombras mimosa
las hojas de mi árbol tiemblan, tiemblan
hasta desperezar el orgullo,
entran pacientemente las horas
en los recodos de la costa,
nadan hasta la orilla con su cadencia salada
mientras mi niña juega a esconderse en las palmeras.


Soy lo que se dice frágil,
rara lava roja sin huella,
mujer buscadora de nidos,
como el extracto de desmodium
a cámara lenta limpio entrañas,
curo la ira de un abrazo,
su plomo pesado, gigante.


Las hiedras se flexionan en un pacto,
y bajan a contármelo al oído...
Me quedo estupefacta.
Alguien, y digo alguien,
pues no sé de dónde llegan los dictados,
tramó en serio lanzarme unas amarras
hasta el mismísimo cuello de cisne.


Yo me rebelo, chillo,
mi amazona espanta moscas de locura,
ahuyenta despedidas,
arroja lejos mis sandalias y me empuja.
Y salgo corriendo sin lianas ni zarcillos,
para que la noche no me atrape
sin haberme conocido. 

Teresa Iturriaga Osa

Ed. la vocal de Lis, Barcelona, 2017.

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