Monday, December 5, 2016

POESÍA
 

 

ISTANBUL

 
 

        Tu ojo turco me taladra

y me viste de joyas de la nuca a las caderas

para desalojarme de ruidos

         y dejarme intacta,

libre,

          salvaje,

como una jungla estrepitosa.

 

 

         Un abrazo de iris malvas

rebosa en este incendio.

         Sobre las tumbas de los amantes,

tocadas,

vestidas de estrellas,

lloran las hojas hechizadas

            su desaire magnífico.

 

 

          La memoria arrebatada,

anatomía

           de una espalda

limando uñas con muros de distancia,

caída en un terraplén giróvago,

          envuelta suavemente

en tus sábanas de especias.

 

 

          Había un surco batiente,

espuma blanca,

           dos cintas anudadas

en el barco que zarpaba.

Vaho estrecho de miradas en cruz.

           Nadie las vio sino yo.

Todo era ínfimo y sutil... electrizante. 

 

 

Teresa Iturriaga Osa



 

Saturday, November 26, 2016


NO A LA VIOLENCIA
DESVELOS es un libro de relatos basado en las experiencias de ocho mujeres víctimas de malos tratos, acogidas en pisos tutelados del Cabildo de Gran Canaria.
 
 
El libro está dedicado a las mujeres que sufren la violencia de género, insistiendo en la importancia de potenciar la fuerza y la creatividad femenina como puente de diálogo entre culturas. Este “Manifiesto contra la violencia de género” se adentra en los circuitos olvidados del silencio donde aún habitan muchas mujeres. Las historias del libro están teñidas de la vergüenza que sufrieron durante años, del temor a protestar y a denunciar hasta lograr la fuerza necesaria para cambiar. Al leer sus vivencias, descubrimos el carácter, la timidez, la valentía y la esperanza de todas ellas. En DESVELOS gritan a los cuatro vientos su lucha por la libertad, aunque les flaqueen las piernas de miedo. Les presento a Uma, Jasmine, Alina, Rosi, Nancy, Esperanza, María y Rosa. Para ellas va toda mi admiración, mi cariño y mi respeto.
DESVELOS puede descargarse gratuitamente en el siguiente enlace:
 

 
Teresa Iturriaga Osa
 
Doctora en Traducción e Interpretación por la ULPGC (Canarias, España). Trabaja en periodismo cultural, sociología, radio, poesía, ensayo, relato, traducción. Ha dirigido proyectos literarios con voces de mujer. Libros: Mi Playa de las Canteras, Juego astral, Yedra en vuelo, Revuelto de isleñas, Desvelos, Sobre el andén, Gata en tránsito, Campos Elíseos, En la ciudad sin puertas y DeLirium. Participación en varias antologías españolas: Orillas Ajenas, Hilvanes, Fricciones, Que suenen las olas, Ecos II, Doble o nada, Espirales Poéticas, Madrid en los Poetas Canarios, París, Mujeres en la Historia I-II-III y Casa de fieras.
 
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Las ilustraciones del libro son de Sira Ascanio

Monday, October 24, 2016

 
CASA DE FIERAS
 
Antología de relatos de M.A.R. Editor
VV.AA.
 


 

La mirada masculina dominante a lo largo de la historia se contrapone aquí a las propuestas que un destacado grupo de escritoras nos dan del concepto "mujer mala".


       Casa de Fieras pretende dar la vuelta al tópico de la "mujer mala" tan difundido por el cine y la literatura, que nos presenta un modelo de mujer que lleva a la perdición al varón: prostitutas, vampiresas, delincuentes, golfas que se mueven sólo por el poder, el sexo, la violencia o el dinero. La mirada masculina dominante a lo largo de la historia se contrapone a las propuestas que un destacado grupo de escritoras actuales nos dan en este libro del concepto "mujer mala".
          En Casa de Fieras encontramos relatos de asesinas de ficción, de mujeres frías y despiadadas, algunas reales, pero también de mujeres traviesas, de mujeres que entienden la maldad de un modo muy distinto al habitual, con otra profundidad psicológica, transgresoras del orden social establecido porque consideran que ese orden las subyuga.

           En estos relatos, tan breves como contundentes, pasaremos del estupor a la risa, del crimen a la venganza tranquila, veremos cómo las mujeres pueden tramar desquites que los hombres ni imaginan y que los objetos sexuales pueden ser ellos.
           Este libro surge en la Biblioteca Pública Eugenio Trías de El Retiro de Madrid, donde históricamente había estado la Casa de Fieras; nace de una reunión de escritoras que pretenden cambiar la imagen de la mujer dada por los hombres en la literatura a través de los tiempos para presentar sus intereses y los modelos femeninos de su preferencia.
M.A.R. Editor ha reunido en este volumen textos de autoras contemporáneas de fama y un destacado grupo de autoras que aportan una visión nueva y sugerente, aire fresco en el panorama literario actual. Lourdes Ortiz, María Zaragoza, Paula Izquierdo, Elena Marqués, Olga Mínguez Pastor, Montserrat Suáñez, Ángela Hernández Benito, Laura Garrido, Mariaje López, Teresa Iturriaga Osa, Sol Antolín Herrero, Fátima Díez, Eloína Calvete, Rosi Serrano, Ana Zarzuelo, Balbina Rivero, Carmen Pita, Carmen Soteres, Rosario Martínez, María Luisa de León, la Vizcondesa de Saint-Luc, Carmen Martagón, Paula Lima y Olvido Andújar se unen para mostrarnos protagonistas que cambian el concepto de mujer mala o femme fatale. Son miradas femeninas sobre la mujer, versiones propias que van desde la asesina a la traviesa, pasando por la vengativa o la mujer desesperada. La fotografía que ilustra esta solapa muestra la reunión en la Biblioteca Pública Eugenio Trías, de la Casa de Fieras de El Retiro de Madrid, donde nació este libro.
 
 

M.A.R. Editor, Madrid, octubre de 2016.
 

Thursday, October 6, 2016


CAMPOS ELÍSEOS

Colección poética de Teresa Iturriaga Osa
 
 





Aurora Boreal® en eBook www.auroraboreal.net info@auroraboreal.dk 
 
Libro de poemas titulado Campos Elíseos,
de Teresa Iturriaga Osa, en edición electrónica de la Editorial Aurora Boreal (Copenhague).
 
Desde esta plataforma de mujeres creadoras quiero agradecer su colaboración a Vicente García Hernández -por su magnífico prólogo, con ese aroma que define la poesía de los grandes místicos-, a J. F. Sáenz-Marrero -sus trazos nos presentan la colección con un dibujo de portada que traspasa las dimensiones de la luz; plenitud de arte cromático por el paisaje de la Toscana celestial-, así como a Guillermo Camacho -que apostó por este proyecto con exquisita sensibilidad profesional- y a todo el equipo de redacción de Leo Larsen por su labor de difusión de la literatura española en la Revista Aurora Boreal desde Dinamarca.
  
 
 
Teresa Iturriaga Osa con Vicente García Hernández, autor del prólogo.
 
 
 
 
 
Teresa Iturriaga con José Félix Sáenz-Marrero, autor de la ilustración de portada del libro.
 
 
 
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Wednesday, August 10, 2016


"Niñez en el arrecife"




Hay una paz de abril en el aire.
Perfuma el humo la estancia con sus mezclas caóticas de ruidos.
Y la ventana,
abierta al espejo de ondas,
sobrevuela con la mirada la risa de los niños
en la plaza.
Vivo
más allá de Punta Brava,
donde conviven miseria y remos,
donde todo se detiene
en un rumor de olas confuso
entre la vida de infancia y el regreso a los bancos ya ancianos.
Mientras, camina el ciego,
sigue sus huellas de arena
buscando la horma de su musa perdida.
Y lejos, La Barra fronteriza me vigila
en el abismo de un baño
sin límites.
II
Allí,
el último coletazo de ira
sin yemas de esperanza
me lo aplastó el silencio.
En procesión de megalitos
se fueron los sueños
por la vereda de los abrazos caídos.
Una impotencia de algas
se apoderó de mí
y no supe traicionarla.
III
Pero sobrevoló la gaviota las aguas…
y cantó su verso.
Afrutada, como la carne del vino joven
me pareces.
Postrera, como el suave licor de nueces
que termina.
Cenicienta, como la luz de los ojos
más tristes.
Tomarás el día en su punto.
Tomarás el día en su punto.
Tomarás el día en su punto.


Teresa Iturriaga Osa



Friday, August 5, 2016

 
Diario de viaje / Teresa Iturriaga Osa
 


 
 


BINARIO 11
 
 
 
Los minutos crecen como nubes de aire en remolino sobre la tierra toscana.
Este cielo no puede barrer el polvo del asfalto, es imposible encontrar en él un resquicio de sombra cuando pienso en azul y aspiro el salitre de la isla.
¿Cómo educar la vista desde el tren que ocupa todo con mis besos?
Se precipitan los recuerdos, bailan su aquel seductor a la vez que los cipreses del buen augurio agitan sus cuellos con guirnaldas de girasol.
Una estampa de enamorados bate palmas sin cesar en los asientos, brillan y se clavan como puntas de flecha.
Cuando el serio silbato vigila cada estación se oye un abrazo, la guinda que celebra los años de lealtad, eso que tan bien conocen las vías machacadas por el paso de las gentes.
Quisiera algún día arrimar mi oído al acero y escuchar sus secretos cubiertos de siglos. Penas, olvidos, caricias, ansias, plegarias y sueños reunidos en una canción lejana.
Esta cuna se mueve como un útero materno, esta cadencia... calma. Los campos llenos de juegos surgen y se esconden bajo un laberinto de túneles, metáfora a metáfora.
Al fondo, el mar, cristal aderezado de sombrillas, colores estivales que tropiezan en su lomo abrochado a la risa.
El horizonte cabalga en cada curva, duerme el pasaje y una joven me sonríe, curiosa por mis letras.
Ahora compartimos el vaivén de la ausencia y somos presencia. La mente reposa en el simple fluir de las imágenes. Bendita juventud.
Viajar es un estado donde nos hacemos espacio.
Y, por fin, el puerto, la terminal del agua, la nave.
Llévate mi cansancio, abre las compuertas, porque voy a bañarme en la inmensidad.
 
 
(Dejando atrás Pisa Centrale 12/7/2016 - 14.15 h.)
 
 
 

Tuesday, June 21, 2016


EN LA CIUDAD SIN PUERTAS

Colección de relatos
 

El nuevo libro de ATTK Editores reúne relatos sobre Las Palmas de Gran Canaria escritos hace unos años por María Dolores de La Fe y Teresa Iturriaga Osa. Cuenta con un prólogo excepcional del escritor J. J. Armas Marcelo: "Ahora, este libro que prologo, este libro de cuentos de María Dolores de la Fe y Teresa Iturriaga me acercan al amor en su lectura. Me congratulan con la ciudad en la que nací, iluminada e imaginada por esas dos grandes señoras de la escritura literaria. Las dos fueron amigas hasta el final, hasta la muerte de María Dolores de la Fe, e incluso después continúan siéndolo a través
del recuerdo y de este libro de relatos que tanto me ilusiona prologar".




Tengo la inmensa alegría de anunciar la publicación del ebook "En la ciudad sin puertas" en ATTK Editores. Un libro de relatos que escribí hace unos años con María Dolores de la Fe y, sin embargo, no ha podido ver la luz hasta hoy. Nos cerraron muchas puertas al presentarlo en diferentes instituciones a las que acudimos con la única intención de regalarlo, pero no tuvimos éxito, aunque nunca desistimos a pesar de los obstáculos. Por eso, quiero agradecer el esfuerzo y la generosidad de las personas que han contribuido al nacimiento del libro.

En primer lugar, a toda la familia de Lola de la Fe, por depositar su confianza en mí para llevar a cabo este proyecto tras su fallecimiento.

A Guadalupe Martín Santana, editora de ATTK, por su exquisita sensibilidad y profesionalidad a la hora de abordar todas las partes del proyecto.

A J. J. Armas Marcelo, que ha escrito el prólogo con la brillantez característica de su pluma literaria. Paso a paso, nos revela el auténtico sentido de la obra con palabras dedicadas desde la maestría y la amistad más sincera. Un escritor de verdad.

A Augusto Vives, por su obra de portada, reflejo visionario de esa ciudad sin puertas que llora su lluvia de anhelos.

Brindo por la memoria de Lola de la Fe y les invito a nuestro sueño. Gracias.
 

Teresa Iturriaga Osa
 
Escritora y traductora


 
  
Foto / Los escritores Juan Jesús Armas Marcelo,
Emilio González Déniz y Teresa Iturriaga Osa
en la Playa de las Canteras, junio, 2016.
  
 
PRÓLOGO DE J. J. ARMAS MARCELO


        Un día cualquiera, a María Dolores de la Fe se le ocurrió una idea más que genial. Era una ocurrencia escandalosa. Ella sabía que nadie se la iba a tomar en serio, pero también sabía que todo el mundo iba a leer esa idea y que la gente comentaría lo que ella había pensado. Y había pensado nada más y nada menos que Cristóbal Colón había sido una mujer. Una mujer en la cúspide del mundo. Una mujer entera que se había escondido bajo el ropaje de un aventurero que conocía por intuición como la palma de su mano el mapa entero del mundo. Sólo que al revés: viajó con muchos hombres, igual de aventureros que ella, al fin del universo planetario, a descubrir nuevas tierras que estaban al otro lado de su rumbo. Bajo el nombre de Cristóbal, en español, en italiano, en catalán o en portugués, aquella mujer inventada por la escritora isleña hizo fortuna en la Historia. Tanta como su ocurrencia en la vida de la gente.

        María Dolores de la Fe no era sólo una mujer divertida, ocurrente, simpática y amable. Tenía un concepto de la vida lleno de sugerencias, escribía en los diarios de su tierra y siempre tenía un elemento de optimismo que muchos interpretaban como una frivolidad, una superficial frivolidad. Estaban equivocados. Lo suyo era humor. No humor sarcástico, no humor de combate, de vanguardia, sino humor directo, sin chiste, pero con una fina ironía propia de una escritora francesa de entreguerras. Estoy seguro que, de haber nacido y vivido en París, María Dolores de la Fe hubiera sido una gran escritora francesa. Pero nacióen un mundo insular que marginaba a los escritores de entonces, cuanto más a una escritora como ella que, sin embargo, no tuvo nunca en cuenta los desvaríos y desdenes de su propia gente. Más bien, y siempre lo pensé, no sólo ahora, los perdonaba. Porque había en ella una fuerza humana descomunal que repartía a todas horas sin esperar cobrar nada por ese regalo.

         Teresa Iturriaga: la conocí de lejos, en la presentación en Las Palmas de Gran Canaria de mi novela El Niño de Luto y el cocinero del Papa. Recuerdo que esa presentación fue un éxito, pero lo que me quedó hasta hoy, y creo que para siempre, fue la complicidad de aquella escritora que, al final del acto, se atrevió a pedirme una cita o algo así. Para hablar de un proyecto en el que usted está involucrado, me dijo. Y me llenó de curiosidad. Era escritora. Y traductora. Y muy preocupada -noté- por las cuestiones literarias. No había nacido en Las Palmas de Gran Canaria, pero vivía en la isla desde hacía bastantes años ya y estaba arraigada en un paisaje que a mí siempre me ha conmovido, hasta hacerlo objeto y título de una de las novelas que estoy escribiendo: la playa de las Canteras.

         Nos hicimos amigos. Hablamos. Conversamos. Discutimos a veces con pasión, siempre sobre cuestiones relevantes de la vida. Tiene una vitalidad asombrosa, que derrota a sus interlocutores por fuerza, razón y estilo. La misma fuerza, razón y estilo que poseen sus textos literarios, todos los que he leído, incluso los escritos a contracorriente. Es fundamentalmente poeta, aunque transita con frecuencia el cuento (que en ella no deja de ser un elemento literario verdaderamente poético), y tiene un problema grande: inyecta tanta pasión en su discurso oral como en el escrito. Han pasado ya unos años de nuestro primer encuentro, y de todos los demás está llena nuestra amistad, y la leo siempre con una curiosidad intelectual que va más allá del interés para anclarse en la lealtad amistosa, la que dice la verdad aunque no gusta, la que no miente nunca. Es, además, una de las mejores lectoras que conozco de mis textos, sobre todo mis artículos y novelas, y la quiero tanto que no puedo negarme nunca a sus ocurrencias. Cafés. Tragos. Conversación: lo paso en grande. Y aprendo.

         Ahora, este libro que prologo, este libro de cuentos de María Dolores de la Fe y Teresa Iturriaga me acercan al amor en su lectura. Me congratulan con la ciudad en la que nací, iluminada e imaginada por esas dos grandes señoras de la escritura literaria. Las dos fueron amigas hasta el final, hasta la muerte de María Dolores de la Fe, e incluso después continúan siéndolo a través del recuerdo y de este libro de relatos que tanto me ilusiona prologar. Cierto: María Dolores de la Fe, que murió con muchos años, conoce el territorio físico que acaricia con palabras de amor y de humor como si todavía estuviera pisando esa geografía casi siempre huidiza de la isla en la que vivió. Teresa Iturriaga asume su papel de advenediza, o eso creo, aunque sabe de memoria que la única patria posible es su propia memoria y la de los que la rodean con tanto amor. Las dos son atrevidas. Hablo del atrevimiento encendido del escritor, esa curiosidad que todo los husmea y a todo le saca segundas y terceras, esas músicas que sólo oyen los pocos y pocas que atienden a sus propios pasos y se quedan con el eco de sus pequeñas aventuras para esculpir después en palabras ordenadas su mundo literario, el mundo de estos cuentos en los que el lector puede descubrir tesoros escondidos sólo a la vista de los que leen con interés intelectual, interés cultural, por encima de protagonismos y de excesos sociales.

          No soy amigo de aplaudir los libros de mis amigos más cercanos, salvo que estudie en ellos esa música oculta que me descubre espejos sagrados que se dibujan para siempre en mi memoria. Estos relatos de la ciudad son luminosos, poéticos, a ratos humorísticos. No es que se dejen leer, sino que una vez dentro de cualquiera de ellos es obligatorio leer todos los demás. Teoría de conjunto: sospecho que el acuerdo para este proyecto que ahora ve la luz fue total, sin despachos ni empachos personales. Con la calma y la lealtad que producen la literatura de verdad y la verdadera amistad.

           Me cuentan, aunque yo no lo comparto, que no hay peor enemiga de una escritora, cualquiera que ella sea, que otra escritora. Y así sucesivamente. No me consta, aunque haya casos, raros pero casos, al fin y al cabo. El caso de María Dolores de la Fe y de Teresa Iturriaga no es único en el mundo, pero es uno de los mejores que conozco. Y conozco, a estas alturas de la vida y de mi mundo, bastantes casos de lealtad y efectividad.

           Vayamos al libro: cada cuento es un pequeño universo que relata, a veces con mucha poética interna, un sentimiento. No puedo decir, luego de leerlo dos veces y media, que uno sea mejor que otro. Todos me gustan, como si los hubiera escrito yo. Todos me emocionan. Son relatos que pertenecen al mundo de los afectos y en ese mundo, tan secreto a veces, sólo mandan las dos escritores consiguiendo un sincretismo pasmoso al final de la lectura.

            De modo que esta ciudad escrita es una ciudad de las dos, la arquitectura del relato, cualquiera de ellos, de una y de otra, está llena de guiños y respetos, llena de finura, de una elegancia poco común en mi mundo, el mundo de la literatura en el que me he movido a lo largo de toda mi vida. Ni la una ni la otra son escritoras académicas de las que aprender como si leyéramos un catecismo. Hablo de literatura y eso basta. Hablo de amor por la escritura literaria, que es el sustento mayor en el que se ajusta cada uno de los relatos, cuyo desarrollo y final son exactos, traídos a la escritura en el punto exacto. Personajes, intérpretes, figurantes: nada sobra. Tampoco ningún paisaje, ningún recuerdo, ningún detalle que aquí es detalle y no pincelada de tres al cuarto.

           Octavio Paz decía, a veces con la boca chica, que el género literario de la novela era para gente menor intelectualmente. Lo decía con sarcasmo: fue tan difícil para él que comenzó escribiendo una novela y terminó escribiendo uno de los más grandes ensayos del mundo hispánico: El laberinto de la soledad. Por el contrario, Hemingway, gran novelista, explicaba que la novela es una pelea que se gana por puntos, mientras el cuento es un género (otra pelea) que se gana por KO. Y él sabía mucho de boxeo y de relatos: escribióalgunos de los mejores de la literatura universal. Hemingway, aquel gigante. Henry James decía que para ser escritor de novelas había que tener una voluntad férrea. Tengo para míque, tal vez, todos tengan un poco de razón. En cuanto a la afirmación de Henry James, se la atribuyó a los verdaderos escritores: los que nunca salen de su territorio personal, de su escritura. Los que y las que nunca salen de la literatura, sino que se pasan toda la vida, con sus trabajos y sus días, obsesionadas por la escritura literaria. Y este es el sentido que quería a dar a mis palabras: estamos ante el libro conjunto y completo de dos escritoras de verdad; una, ya fallecida, se pasó la vida escribiendo y recordando. Algunos la dieron por simple costumbrista. Allá ellos; la otra cayó en las redes de esta manía asombrosa de la escritura literaria, se fabrica todos los días sus propios escenarios, escribe viaja, habla, asiste al mundo. Y saca consecuencias de todo en su literatura, en su vicio de escribir, como decía John Updike: que la literatura, para un escritor o escritora de verdad, es un vicio que no se quita nunca. Pasen y lean. Y seguramente me darán la razón. En todo o en casi todo de lo que acabo de escribir.

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El libro puede conseguirse en formato digital en la plataforma Amazon
 
 

 
Teresa Iturriaga Osa